El encargo consiste en el primer Cowork (espacio colaborativo) de la región de Aysén, donde se debía recuperar una casona antigua y generar en su interior espacios de trabajo colaborativos y multinacionales.

Se opto por dejar una gran espacio de trabajo multinacional con un escenario para eventuales seminarios y charlas.

Visualmente al gran espacio se anexo una sala de reuniones y de trabajo, el cual incorpora la permeabilidad y sinergia que debía tener el espacio. La terraza de esparcimiento y cafetería se separa mediante un medio muro y su altura de cielo el cual generan la circulación a la sala de reuniones.

Su acceso de forma cónica dirige las circulaciones hacia el espacio interior mediante un pasillo denominado “pasillo de ideas” donde su muro se transforma en una gran vitrina para sus emprendedores